«La vida va a perderse en la muerte, los ríos en el mar y lo conocido en lo desconocido. El conocimiento es el acceso de lo desconocido. El sinsentido es el desenlace de cada sentido posible.

Es una tontería agotadora que ahí donde, visiblemente, todos
los medios faltan se pretenda, sin embargo, saber, en lugar de
conocer su ignorancia, de reconocer lo desconocido, pero aún
más triste es la mutilación de los que, si ya no tienen más medios,
confiesan que no saben, pero se atrincheran estúpidamente en lo
que saben. De todas formas, que un hombre no viva con el pensamiento incesante de lo desconocido hace tanto más dudar de
la inteligencia cuando ese mismo está ávido, pero ciegamente, de
encontrar en las cosas la parte que le obligue a amarlas, o le estremezca con una risa inextinguible, la de lo desconocido. Pero lo
mismo sucede con la luz: los ojos no tienen más que los reflejos.» (p.109)

– Georges Bataille (1986 [1954]), La experiencia interior. Barcelona: Taurus.