Hace un tiempo, pensamos con Nizaiá Cassián, esto que llamamos estados alterados

Estados alterados: Hoy en día se nos aparecen Estados por todas partes, pero en los estados más diversos. Los nacionalismos los toman para sí, los miman, los cuidan (a sus des-maneras) y los reclaman para reivindicar las fronteras de la pureza unitaria, inventando a veces nuevas formas del fascismo. Un runrún neoliberal nos los quiere recortar a toda costa, privatizándolos o externalizándolos. Mientras tanto, movimientos vecinales y ciudadanos de diferente tipo reivindican y practican otras formas de lo público y de lo común no estatal. Nuevos municipalismos, plataformas y colectivos ciudadanos movidos por la idea de un gobierno de los ciudadanos, experimentan con diferentes formatos y dispositivos de toma de decisiones:  nuevos objetos, nuevos laboratorios y ensoñaciones institucionales que producen grietas, pero que en ocasiones abren también muy diferentes formas de estabilización o coqueteos con formas alternativas de gestión, pobladas por nuevos expertos y técnicos con sus métodos alterados y alterantes. Pero también tenemos la incesante y perpetua producción de siempre nuevas formas de exclusión, con sus barreras morales (más o menos bienpensantes), sus fronteras y muros, sus desclasados y parias, y sus formas de arreglárselas al margen del estado.

Estados que son estados de ánimo: de esperanza, de desesperación, de alegría, de inquietud, de satisfacción, de experimentación en la incertidumbre, de indignación, de tristeza, de miedo, de paranoia o de control. Estados que son estados de cosas: donde se acomodan, congregan, dispersan y predisponen los cuerpos, con sus posiciones, disposiciones e indisposiciones.

Estados alterados: es una llamada a re-pensar el Estado de los STS. Esto es, no sólo a reflexionar sobre la manera en que se ha pensado la cuestión del Estado desde los STS, sino también las maneras en que nos relacionamos con sus diferentes esencializaciones y desencializaciones: el modo en que intervenimos en sus configuraciones diversas, las palabras e imágenes que ponemos en juego para hacerlos inteligibles, los métodos con que operamos y fabricamos distintos límites y topologías, en que lo dotamos de cuerpo o lo descorporeizamos, lo espoleamos o lo zancadilleamos. Y más particularmente cómo pensar o fabricar desde los STS una relación con lo estatal en estos particulares tiempos de crisis (crisis del estado de bienestar, pero también crisis del bienestar del estado; o de nuestros lenguajes, de los intersticios, complicidades y figuraciones de las que nos dotamos para dar cuenta de ello).

Quizá este sea el momento de pensar cómo alterar nuestras estados, cómo dar estabilidad a otras formas de lo im/posible, cómo repensar el Estado de los STS, librando la catarsis a las manos de una terapéutica colectiva.

Estados alterados: se propone como un taller catártico-terapéutico para alterarnos, trabajando las diferentes maneras en que los STS han alterado su mirada sobre lo estatal, así como sobre las formas en que nuevas alteraciones pudieran traer consigo una alteración relevante de esas maneras de mirar, hacer e intervenir en tiempos revueltos y convulsos. Para ello, nos convocamos a enviar distintos estados alterados, reflejados, pensados o imaginados a través de artefactos, objetos, viñetas etnográficas, materiales fotográficos o sonoros, fragmentos de noticias o discursos, definiciones académicas o disquisiciones peregrinas. Estados alterados que den cuenta de diferentes tipos de alteración, que nos obliguen a dirimir qué alteración requieren esos estados alterados.

https://redescts.wordpress.com/2017/04/09/estados-alterados/

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